En medio de la confrontación entre el ELN y las disidencias del frente 33, un nuevo ataque con explosivos lanzados desde un dron dejó este fin de semana dos menores muertos y al menos una docena de heridos en Tibú, Norte de Santander.
La violencia en el Catatumbo volvió a golpear con fuerza a la población civil este fin de semana. En la vereda Tres Curvas, zona rural del municipio de Tibú, Norte de Santander, un ataque con explosivos lanzados desde un dron causó la muerte de dos niños y dejó al menos doce personas heridas, entre ellas otros menores de edad.
El hecho ocurrió en medio de la disputa armada que libran desde hace meses el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las FARC, específicamente del frente 33, por el control territorial en esta convulsionada región fronteriza.
Según versiones preliminares, las víctimas fueron alcanzadas por la explosión mientras se encontraban en sus viviendas. Los heridos fueron trasladados de urgencia al hospital de Tibú, donde se confirmó el fallecimiento de los dos menores.
La Defensoría del Pueblo, a través de la defensora nacional Iris Marín, condenó enérgicamente el ataque y responsabilizó a los actores armados ilegales por violar sistemáticamente el derecho internacional humanitario. “Justifican su accionar despiadado señalando a la población civil como simpatizante de uno u otro grupo. Ahora asesinan niños y culpan a las comunidades de sus crímenes. Esto es inaceptable y profundamente doloroso”, expresó Marín.
Además, la funcionaria cuestionó la supuesta voluntad de paz de las disidencias: “¿El frente 33 está en camino hacia la paz o está escalando la guerra contra el ELN tomando represalias contra la población civil?”, se preguntó.
En lo corrido del año, ya son ocho las personas —entre civiles y miembros de la fuerza pública— que han muerto por ataques con drones en el Catatumbo, y al menos 28 han resultado heridas. Las autoridades locales aún no se han pronunciado oficialmente sobre el más reciente ataque, mientras que la población continúa atrapada en medio del fuego cruzado.
Además, se han reportado retenes ilegales en las últimas horas en el sector de Versalles, sobre la vía que conecta a Tibú con El Tarra, otro corredor estratégico en disputa.
La situación de seguridad en el Catatumbo sigue siendo crítica, con una escalada del conflicto que amenaza a las comunidades rurales, que ven cómo su cotidianidad se rompe bajo el peso de una guerra que no cesa.
