Cultura

Jóvenes del Bajo Cauca reconstruyen su historia desde Zaragoza

Con cine comunitario, memoria e identidad, 55 jóvenes del Bajo Cauca le apuestan a narrar sus territorios desde la vida y no desde la violencia. Una apuesta por la cultura como camino hacia la paz.

En Zaragoza, un municipio del Bajo Cauca antioqueño donde por décadas se ha vivido entre el olvido institucional y la violencia armada, un grupo de jóvenes ha encontrado en las cámaras una forma de resistir, sanar y transformar su realidad. Se trata del proyecto Producción Audiovisual para la Paz, que capacita a 55 jóvenes afrodescendientes, indígenas y mestizos en cine comunitario y comunicación para la construcción de paz.

La iniciativa, liderada por la Corporación Audiovisual Étnica de Colombia (CORADECOM), va más allá de enseñar técnicas de grabación o edición: les entrega herramientas para recuperar la memoria, fortalecer la identidad colectiva y generar oportunidades culturales y laborales en sus propias comunidades.

Las y los jóvenes participantes reciben formación en producción audiovisual, formulación de proyectos, gestión cultural e incluso tecnologías emergentes como la inteligencia artificial. Todo esto con un enfoque claro: contar sus propias historias, desde su territorio y para su territorio.

“Creemos en el poder de las historias para sanar territorios y empoderar juventudes. Además, nos permite visibilizar la cultura y tradiciones de una región multicultural como lo es el Bajo Cauca”, afirma Farley Lemus Correa, representante legal de CORADECOM y gestor del proyecto, que desde 2016 ha formado a más de 800 jóvenes en regiones como Antioquia, Chocó y Vichada.

En un contexto donde el reclutamiento, las economías ilegales y la estigmatización han sido constantes, el cine se convierte aquí en una herramienta de resistencia simbólica. Las cámaras no apuntan a la guerra, sino a las raíces, a la alegría, a los saberes ancestrales y a los sueños que aún se siembran entre montañas, ríos y calles sin pavimentar.

Producción Audiovisual para la Paz cuenta con el respaldo del Ministerio de las Culturas, los Saberes y las Artes, así como del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), lo que fortalece la sostenibilidad del proceso y multiplica su alcance en la región.

El proyecto también impulsa el Festival Audiovisual Étnico de Zaragoza, un escenario donde las narrativas locales y étnicas son protagonistas, y donde se celebra el derecho a contar y ser contados desde una mirada digna y autónoma.

Hoy, cuando las cámaras comienzan a rodar en manos de una nueva generación, no buscan registrar el horror del pasado, sino iluminar el presente y sembrar el futuro. En cada plano y cada historia, los jóvenes de Zaragoza le están devolviendo voz a su territorio, construyendo memoria viva y dejando claro que la paz también se escribe con imágenes, con identidad… y con esperanza.

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