Economía

En la Colombia profunda, las abejas son aliadas vitales de la vida y la seguridad alimentaria

En el Día Mundial de las Abejas, el ICA reafirmó su compromiso con la protección de los polinizadores. Desde regiones rurales de Colombia, miles de productores trabajan con abejas y sus derivados, aportando a la biodiversidad, la salud ambiental y la producción de alimentos.

En el Día Mundial de las Abejas, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) destaca el papel fundamental que cumplen estos polinizadores en la seguridad alimentaria y la conservación de la biodiversidad. Con más de 20.000 especies en el mundo —entre ellas la Apis mellifera, ampliamente trabajada en las zonas rurales de Colombia— las abejas son pieza clave para la vida en el planeta.

En municipios apartados, campesinos y pequeños productores han encontrado en la apicultura una actividad económica sostenible, en armonía con el medio ambiente. La producción de miel, polen, propóleo y jalea real no solo genera ingresos, sino que también fortalece prácticas agrícolas responsables y resilientes.

El ICA, junto a organismos internacionales como la ONU, FAO, OMS y CIPF, promueve este año el lema: “Inspiradas por la naturaleza para nutrirnos a todos”, como un llamado a proteger a estos seres vitales para el equilibrio ecológico.

El 75 % de los cultivos alimentarios del mundo dependen en alguna medida de la polinización, y el 35 % de las tierras agrícolas también se benefician directamente de esta labor. Por eso, el ICA ha implementado programas y certificaciones como las Buenas Prácticas Apícolas (BPAP), que garantizan una producción apícola segura y sostenible, en especial en predios rurales dedicados al manejo responsable de colmenas.

Además, la entidad ejecuta el Programa de Protección Sanitaria Apícola, que previene y controla enfermedades que afectan a las abejas, tales como la loque americana y europea, así como plagas como Varroa destructor y Aethina tumida, entre otros.

Otras acciones incluyen:

  • Registro sanitario de predios apícolas y criadores de abejas sin aguijón.
  • Diagnóstico entomológico y seguimiento de enfermedades de notificación obligatoria.
  • Capacitaciones y trabajo articulado con apicultores, agricultores, comercializadores y comunidades rurales para fomentar prácticas que cuiden a los polinizadores y el medio ambiente.

Desde los campos de la Colombia profunda, donde el zumbido de las abejas acompaña el ritmo del trabajo diario, se construye una cultura de respeto por la vida y de compromiso con el planeta. Protegerlas es asegurar nuestro futuro.

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