Con la llegada de las lluvias y el descenso de las temperaturas, los casos de infecciones respiratorias agudas han aumentado en muchas regiones del país. En medio de esta temporada, el eucalipto ha recobrado protagonismo como un aliado natural y eficaz para aliviar síntomas como la tos, la congestión nasal y los dolores musculares.
Originario de Australia, el eucalipto se cultiva hoy en día en múltiples regiones del mundo y ha sido ampliamente estudiado por sus propiedades medicinales. Diversas investigaciones, como las publicadas en Medical News Today, han confirmado que esta planta posee efectos antisépticos, antiinflamatorios, antibacterianos y antivirales, ideales para tratar gripes y resfriados.
Su aceite esencial es uno de los formatos más utilizados. Se recomienda añadir unas gotas en agua caliente para hacer inhalaciones de vapor, lo que ayuda a despejar las vías respiratorias, reducir la tos y combatir la congestión. Esta técnica es especialmente útil antes de dormir, para mejorar el descanso en personas con afecciones respiratorias.
Otra forma de aprovechar sus beneficios es mediante infusiones. Hojas secas de eucalipto pueden hervirse en agua durante unos minutos. El líquido resultante, al ser consumido con moderación, ayuda a calmar la garganta irritada, suavizar la tos y actuar como relajante muscular natural.
Además, el eucalipto puede utilizarse en baños calientes. Agregar algunas hojas al agua o unas gotas de aceite esencial en la tina ayuda a relajar los músculos, aliviar tensiones y proporcionar una sensación general de bienestar, ideal para combatir el malestar general asociado a los estados gripales.
Aunque es una planta segura en su uso externo, se recomienda precaución con el consumo interno, especialmente en niños, mujeres embarazadas o personas con enfermedades crónicas. En todo caso, el eucalipto representa una opción natural y accesible para cuidar la salud en tiempos de lluvia, frío y virus.