Economía

Colombia se rezaga en exploración de hidrocarburos mientras la región avanza

La demanda global exigirá más de 100.000 millones de barriles en nuevas reservas de petróleo y gas, pero Colombia sigue sin firmar nuevos contratos desde 2023.

Colombia es actualmente el único país de América Latina que no ha suscrito nuevos contratos de exploración y explotación de hidrocarburos entre 2023 y marzo de 2025. Mientras naciones como Brasil (183 contratos), Perú (13), Argentina (7) y Venezuela (7) avanzan en la expansión de sus reservas energéticas, Colombia ha optado por congelar su política de adjudicación, lo que preocupa al sector por su impacto a mediano y largo plazo.

Según la Asociación Colombiana del Petróleo (ACP), esta decisión podría comprometer la sostenibilidad de la producción nacional. Si bien aún existen contratos vigentes, la falta de nuevos compromisos impediría mantener el ritmo exploratorio más allá de 2030, generando un escenario incierto en materia de autosuficiencia energética y estabilidad fiscal.

A nivel global, la Agencia Internacional de Energía ha advertido sobre un déficit proyectado de crudo entre 2035 y 2050. Para cubrir esa brecha, se requerirán más de 100.000 millones de barriles en nuevas reservas. Este contexto abre oportunidades para los países productores, siempre y cuando adopten políticas que incentiven la exploración con visión de largo plazo.

El caso colombiano es particular. Aunque petróleo y gas suelen encontrarse en los mismos yacimientos, las señales del Gobierno han desincentivado la exploración. De continuar esta tendencia, hacia 2030 se agotaría la actividad en los contratos actuales, dejando al país sin capacidad de responder a la demanda interna ni aprovechar posibles oportunidades en el mercado internacional.

El impacto económico no sería menor. La ACP estima que de mantenerse esta situación, entre 2027 y 2035 se podrían perder cerca de $40 billones en ingresos fiscales, provenientes de regalías, impuestos, derechos económicos y otros aportes del sector. Esto afectaría directamente las metas establecidas en el Marco Fiscal de Mediano Plazo del Gobierno.

En cuanto a inversión, la proyección para 2025 muestra una caída significativa. Se espera que el sector invierta US$740 millones en exploración, una reducción del 18 % frente a 2024, cuando se destinaron US$900 millones. Sería la cifra más baja en cuatro años y reflejaría el enfriamiento del sector ante la falta de nuevos incentivos contractuales.

Las zonas que recibirán la mayor parte de estos recursos son el mar Caribe (US$225 millones), Casanare (US$186 millones), Meta (US$85 millones), Córdoba (US$38 millones) y Sucre (US$36 millones). A pesar de estas inversiones, la ACP insiste en la necesidad de reactivar exploraciones en cuencas maduras para evitar un declive estructural en la producción nacional.

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